Cuando hablamos de tejer amigurumis, dos aspectos técnicos marcan una gran diferencia en el resultado final: la tensión del tejido y el tipo de punto bajo que utilizamos. Aunque parecen detalles pequeños, influyen directamente en la firmeza, el tamaño y la estética del amigurumi.
La tensión es la fuerza con la que sujetamos el hilo al tejer. En amigurumi, mantener una tensión constante y ligeramente ajustada es fundamental:
Si notas que se ve el relleno entre puntos, quizás no sea por tejer flojo, sino por un número de aguja incorrecto. Utiliza una aguja menor a lo que te indica el patrón, puedes ir probando con distintas agujas hasta encontrar la correcta. Por ejemplo, yo suelo utilizar una aguja de 2 mm para hilados que marcan utilizar la aguja de 3 mm. También puedes aumentar la tensión con la que tejas, pero te cansarás con facilidad y esto hará que si dejas el tejido para retomarlo más adelante, no seas capaz de tejer con la misma tensión con la que estabas tejiendo antes y podrás conseguir que las piezas de tu amigurumi sean de distinto tamaño.
Aquí está el ejemplo de estos dos conejitos, ambos están tejidos con el mismo hilo y con el mismo número de hilo, pero tejidos con meses de diferencia y en momentos distintos de mi vida. El conejito mostaza es más pequeño que el conejito beige, lo tejí aprentando más el hilo y eso dio como resultado un conejito más compacto y más pequeño.
Por esa razón te aconsejo que si vas a tejer un amigurumi en distintos días procures tejer las piezas repetidas en el mismo momento, por ejemplo las piernas y los brazos, de esta forma evitarás que tu amigurumi tenga un brazo o una pierna más grande que la otra.
El punto bajo es la base de los amigurumis, pero existen dos formas principales de tejerlo, que van a cambiar el aspecto final del amigurumi. Ten en cuenta que ninguno es mejor que el otro, simplemente quiero que conozcas su existencia y que juegues con ellos a la hora de tejer tus amigurumis en función del acabado que quieras conseguir.
Si buscas rapidez y elasticidad, el punto bajo en V es tu aliado. Si prefieres un amigurumi sólido, sin huecos y con acabado más pulido, el punto bajo en X es la mejor opción
Recuerda: No existe una forma perfecta, todo dependerá de tus gustos y el acabado que quieras lograr. Juega con ambas técnicas para hacer que tus amigurumis sean únicos y tengan una personalidad propia.