Cuando empezamos en el mundo del amigurumi, una de las primeras dudas que surgen es: ¿qué hilo o gancho debo usar? Aunque pueda parecer un detalle menor, la elección del material influye directamente en el tamaño, la textura y la durabilidad del muñeco. La buena noticia es que no necesitas complicarte demasiado, pero sí es importante entender cómo influye el material en el resultado final.
El grosor del hilo y el tipo de fibra que utilicemos van a influir en el resultado final. Muchas veces pensamos que el hilo elegido solo influirá en el tamaño que tendrá el muñeco, pero también va a determinar la expresión y estilo: Un mismo patrón puede dar lugar a un amigurumi pequeño y compacto o a uno más grande y mullido, dependiendo de lo que elijamos.
A la hora de elegir el hilo, busca uno que no sea ni muy fino ni muy grueso, lo ideal para aprender es encontrar un hilo de grosor medio tipo DK, de 3-4 mm de grosor.
El tamaño del ganchillo debe adaptarse siempre al grosor del hilo. Para amigurumis, se suele recomendar un número menor al habitual con ese material. Usa un ganchillo medio número más pequeño de lo que indica la etiqueta del hilo, si el hilo recomienda 4 mm, prueba con 3.5 mm. Así los puntos quedan más cerrados y el relleno no se escapa.
Ya sabemos que dependiendo el material elegido, el resultado de nuestro amigurumi va a cambiar. Un mismo patrón puede ser tejido con materiales distintos, con números de aguja distintos y conseguiremos así, amigurumis distintos. Iguales en número de puntos y vueltas, pero de apariencia distinta.
De ahí la importancia de elegir un material igual o similar al que se nos indica en el patrón si lo que queremos conseguir es lo mismo que hizo la autora. Por ejemplo, el patrón de las ballenas, lo tejí utilizando dos tipos de hilo y una aguja acorde a cada uno de esos hilos.
Ambas ballenas fueron tejidas con algodón 100%, pero son algodones distintos: Safran es un algodón egipcio peinado, de brillo delicado y con el que el punto queda más definido. Paris, aunque también es algodón, es un hilo más grueso, ligeramente mate y de aspecto más rústico.
En este ejemplo de las ballenas, a mi las pequeñitas me recuerdan a la juventud, la diversión, el verano… sin embargo la ballena grande me recuerda al paso del tiempo, me despierta cierta nostalgia hacía la infancia y los veranos en casa de los abuelos, tiene pinta de ser más sabia, de tener más experiencia vivida.